LA PELLE
El uso de la piel en el diseño de interiores es altamente funcional por su vigencia en el tiempo, flexibilidad y elegancia, que da a los espacios sensación de lujo y confort.
Para los interioristas, la piel es uno de los materiales más preciados. Entre sus cualidades destaca el ser térmico y perdurable en cualquier clima y época del año, permite jugar con elementos complementarios en diferentes estilos. La piel es sinónimo de confort, lujo, versatilidad, elegancia, funcionalidad y resistencia, además de ser un material atemporal.
La piel puede integrarse a cualquier concepto, es capaz de crear un ambiente cálido que al mismo tiempo es moderno. Resulta ideal para un espacio muy grande o con elementos que puedan parecer fríos como vidrio o metal.
Ofrece una riqueza de texturas: lisa, rugosa, suave, gamuza, charol, mientras que al olfato tiene un aroma sutil, pero con gran presencia.
La limpieza que demanda la piel es diversa y depende del acabado que tenga. En general, requieren que se pase un paño húmedo de manera cotidiana y otras deben recibir tratamiento de manera periódica.
La piel es fuerte y flexible y dura cuatro veces más que sus contrapartes de tela. Mejor aún, las pieles solo mejorarán con la edad, desarrollando una pátina sofisticada y desgastada por el tiempo. Al ser natural, contiene poros y transpira, por lo que abriga en invierno y es fresca en el verano.
LA PELLE
El uso de la piel en el diseño de interiores es altamente funcional por su vigencia en el tiempo, flexibilidad y elegancia, que da a los espacios sensación de lujo y confort.
Para los interioristas, la piel es uno de los materiales más preciados. Entre sus cualidades destaca el ser térmico y perdurable en cualquier clima y época del año, permite jugar con elementos complementarios en diferentes estilos. La piel es sinónimo de confort, lujo, versatilidad, elegancia, funcionalidad y resistencia, además de ser un material atemporal.
La piel puede integrarse a cualquier concepto, es capaz de crear un ambiente cálido que al mismo tiempo es moderno. Resulta ideal para un espacio muy grande o con elementos que puedan parecer fríos como vidrio o metal.
Ofrece una riqueza de texturas: lisa, rugosa, suave, gamuza, charol, mientras que al olfato tiene un aroma sutil, pero con gran presencia.
La limpieza que demanda la piel es diversa y depende del acabado que tenga. En general, requieren que se pase un paño húmedo de manera cotidiana y otras deben recibir tratamiento de manera periódica.
La piel es fuerte y flexible y dura cuatro veces más que sus contrapartes de tela.Mejor aún, las pieles solo mejorarán con la edad,desarrollando una pátina sofisticada y desgastada por el tiempo. Al ser natural, contiene poros y transpira, por lo que abriga en invierno y es fresca en el verano.
El uso de la piel en el diseño de interiores es altamente funcional por su vigencia en el tiempo, flexibilidad y elegancia, que da a los espacios sensación de lujo y confort.